Hay muchas preguntas y curiosidades respecto a la sesión de hipnosis. Y tú, probablemente, ya te has preguntado algunas de ellas!
Las dudas son comunes especialmente porque existe una cierta espectacularización de la hipnosis, que acaba convirtiéndose en un “show”, lo que solemos llamar “hipnosis de escenario”.
Diferente de este formato, la terapia con hipnosis, o hipnoterapia, es un proceso terapéutico.
A pesar de lo que muchos dicen, en ninguna hipótesis la sesión de hipnosis deja al paciente “fuera de sí” o en un “estado del cual nunca saldrá”. Por cierto, mucho cuidado con los mitos sobre la hipnosis!
Pero, al final, ¿cómo funciona en la práctica una sesión de hipnosis? Entiende todo a continuación!
Las etapas de una sesión de hipnosis
Básicamente, una sesión de hipnosis puede dividirse en 6 etapas que son:
- Anamnesis
- Conversación previa
- Inicio de la hipnosis
- Terapia
- Nuevas sugerencias
- Emergencia de la hipnosis
Vamos a explicar cada una de ellas a continuación.
1. Anamnesis: momento para que el hipnoterapeuta te conozca
La anamnesis es la “entrevista” que el terapeuta realiza antes de comenzar el proceso. Es cuando investigará y entenderá:
- Qué busca exactamente el paciente con la hipnoterapia,
- Cuáles son sus mayores dificultades,
- Cuál es la complejidad del desafío que busca resolver,
- Cuáles son las posibles causas de este problema,
- Entre otras preguntas para conocerlo a él y su contexto mejor.
Esta etapa es muy importante porque cada caso es un caso.
La técnica utilizada en una sesión de hipnosis es la misma, pero la forma de aplicarla y la manera de conducir el tratamiento variará según el paciente.
Por eso, también es imprescindible que el paciente sea 100% honesto consigo mismo y con el terapeuta, recordando siempre que él no está ahí para hacer ningún juicio, sino para guiarte en un proceso terapéutico.
2. Conversación previa
Esta es la parte en la que el terapeuta explica todo sobre la sesión de hipnosis. Este es el mejor momento para que el paciente resuelva todas sus dudas y se asegure de que eligió el tratamiento correcto para el objetivo que desea alcanzar.
Puedes desmitificar todos aquellos mitos que ya te han contado, desde el “seré forzado a hacer algo que no quiero” hasta el “¿puedo quedarme atrapado en la hipnosis?”.
El objetivo de esta etapa es precisamente aclarar al paciente todo lo que sucederá durante el tratamiento y, además, dar consejos sobre cómo se puede facilitar el proceso.
Aquí es cuando el paciente descubre si está seguro y confiado para seguir con la hipnoterapia. Si es así, ¡es hora de continuar!
3. Inicio de la hipnosis propiamente dicha
Aquí, comenzamos lo que llamamos “inducción”, una técnica que introduce al paciente en el estado de hipnosis. Esto generalmente ocurre a partir de un proceso de relajación física y mental.
Muchas personas esperan en este momento algo mágico, pero la hipnosis no induce a ninguna sensación de otro mundo. Es un estado en el que entras y sales naturalmente varias veces a lo largo del día.
4. La terapia
Este es el momento de resignificar las experiencias, transformando las emociones negativas en positivas y, así, aumentando los aprendizajes y lidiando de forma más funcional con traumas.
Es en la terapia donde trazamos nuestras metas y visualizamos detalladamente los cambios que nos gustaría tener.
Es común que al final de esta fase, los pacientes tengan una sensación de alivio y libertad, y esto suele hacer toda la diferencia en sus vidas.
5. Nuevas sugerencias
Después de haber explorado lo suficiente los temas específicos señalados por el paciente, llega el momento de dirigir nuevas sugerencias positivas, siempre de acuerdo con lo que el paciente espera.
Es posible dirigir sugerencias positivas para que la persona tenga la oportunidad de sentirse aún mejor, más feliz y motivada.
Esta fase de la sesión de hipnosis suele potenciar los resultados del tratamiento terapéutico.
6. Emergencia de la hipnosis
Este es el momento final de la sesión de hipnosis. Es cuando el terapeuta ayuda al cliente a volver su atención al momento presente y, consecuentemente, emerger de la hipnosis.
Gradualmente, el paciente sale del estado de relajación al cual fue inducido.
A partir de esto, el terapeuta y el paciente pueden conversar sobre la sesión de hipnosis, señalar detalles y mucho más. Todo depende de la forma en que cada uno trabaja.
La cantidad de sesiones de hipnosis también varía de acuerdo con cada paciente y profesional. Lo más importante es estar dispuesto y abierto al tratamiento!
Y recuerda: la hipnoterapia puede ayudarte a superar diversos problemas y desafíos. La hipnosis ayuda en el tratamiento del insomnio, la depresión e incluso se utiliza como aliada para aquellos que desean adelgazar. Tenemos diversos contenidos en el blog sobre estos temas.
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